Ryszard
Mierzejewski
poeta, tłumacz,
krytyk literacki i
wydawca; wolny ptak
Temat: Poezja iberyjska i iberoamerykańska
Literatura iberyjska i iberoamerykańska ma dzisiaj swoich miłośników nie tylko wśród tych, którzy posługują się czynnie językiem hiszpańskim lub portugalskim. Poezja w tych dwóch językach jest równie urzekająca, jak w języku francuskim. Proponując ten wątek tematyczny, mam nadzieję, że będzie on często odwiedzany, a może i zachęci niektórych do nauki tych pięknych języków? Na początek prezentowany już na naszym forum wcześniej w temacie „Nobliści” wielki bard poezji iberoamerykańskiej Pablo Neruda.Pablo Neruda (1904-1973; właść. Ricardo Eliécer Nefiali Reyes Besualto) – poeta chilijski, jeden z najwybitniejszych poetów latynoamerykańskich XX wieku, laureat Nagrody Nobla za 1971. Swoje debiutanckie wiersze, opublikowane w 1920 roku w piśmie „Selva Austral „ podpisał pseudonimem „Pablo Neruda” i temu pseudonimowi pozostał już wierny do końca życia. Prawdopodobnie imię Pablo przyjął na cześć francuskiego poety modernistycznego Paula Verlaine'a, a nazwisko po czeskim poecie Janie Nerudzie. Wczesne wiersze Pabla Nerudy utrzymane były w poetyce symbolizmu, z czasem zaczęły wykazywać wpływy dwudziestowiecznej europejskiej awangardy literackiej, zwłaszcza surrealizmu.
W poglądach ideologicznych Neruda był zdecydowanym lewicowcem, aktywnym działaczem Komunistycznej Partii Chile. W 1950 roku zasiadał w prezydium II Światowego Kongresu Pokoju w Warszawie. Był postacią kontrowersyjną. Jorge Luis Borges nazwał go „wyjątkowo podłym człowiekiem i wyjątkowo dobrym poetą”, inny wielki autorytet literacki kolumbijski pisarz Gabriel García Márque pisał o nim jako „największym poecie XX wieku wszystkich języków.” W 1971 roku Neruda został uhonorowany literacką Nagrodą Nobla. Podczas uroczystego powitania go na Stadionie Narodowym w Chile, na osobistą prośbę prezydenta Salvadora Allende, czytał swoje wiersze w obecności 70—tysięcznej widowni. W dwa lata później zmarł, w wieku 69 lat, a jego pogrzeb przekształcił się w wielotysięczną narodową manifestację przeciwko reżimowi junty Augusto Pinocheta. Najważniejsze tomy poetyckie Nerudy to: "Crepusculario" (Rzecz o zmierzchu, 1923), "Veinte poemas de amor y una canción desperada" (Dwadzieścia wierszy o miłości i jedna o rozpaczy, 1924), "Tentativa del hombre infinito" (Próba bezkresnego człowieka, 1926), "El hondero entusiasta" (Procarz zachwycony, 1933), "Residencia en la tierra I" (Pobyt na ziemi I, 1933), "Residencia en la tierra II" (Pobyt na ziemi II, 1935), "Tercera residencia" (Trzeci pobyt, 1947), "Canto general" (Pieśń powszechna, 1950), "Los versos del capitán" (Wiersze kapitana, 1952), "Las uvas y el viento" (Winne grona i wiatr, 1954), "Odas elementales" (Ody elementarne, 1954), "Nuevas odas elementales" (Nowe ody elementarne, 1956), ""Tercer libro de las odas" (Ody, księga trzecia, 1957), "Estravagario" (Ekstrawagarium, 1958), "Navegaciones y regresos" (Odpływania i powroty, 1959), "Cien sonetos de amor" (Sto sonetów o miłości, 1959), "Las piedras de Chile" (Kamienie Chile, 1961), "Cantos ceremoniales" (Śpiewy uroczyste, 1961), "Plenos poderes" (Pełnomocnictwa, 1962), "Memorial de Isla Negra" (Pamiętnik z Isla Negra, 1964), "Una casa en la arena" (Dom na piasku, 1966), "Las manos del día, 1968), "Aún" (Jeszcze, 1969), "Fin de mundo" (Koniec świata, 1969), "La espada encendida" (Płonący miecz, 1970), "Las piedras del cielo" (Kamienie z nieba, 1970), "Geografía infructuosa" (Bezowocna geografia, 1972), "La rosa separada" (Odzielona róża, 1973), "El mar y las campanas" (Morze i dzwony, 1973), "El corazón amarillo" (Pożółkłe serce, 1974), "Libro de las preguntas" (Księg apytań, 1974), "Elegía" (Elegia, 1974), "Defectos escogidos" (Braki wybrane, 1974).
Wiersze Nerudy tłumaczone były na kilkanaście języków. Na polski tłumaczyli je m. in. Jarosław Iwaszkiewicz, Zofia Szleyen, Mikołaj Bieszczadowski, Jan Zych i Krystyna Rodowska. Wydano m.in. obszerny, dwujęzyczny tom: Poezje wybrane. Wybrał i przełożył
oraz posłowiem opatrzył Jan Zych. Wydawnictwo literackie, Kraków 1980 oraz obszerny wybór w antologii Krystyny Rodowskiej: Umocz wargi w kamieniu. Przekłady z poetów latynoamerykańskich. Biuro Literackie, Wrocław 2011.
Z tomu „Crepusculario”, 1923
Los jugadores
Juegan, juegan.
Agachados, arrugados, decrépitos.
Este hombre torvo
junto a los mares de su patria, más lejana que el sol,
cantó bellas canciones.
Canción de la belleza de la tierra,
canción de la belleza de la Amada,
canción, canción
que no precisa fin.
Este otro de la mano en la frente,
pálido como la última hoja de un árbol,
debe tener hijas rubias
de carne apretada,
granada,
rosada.
Juegan, juegan.
Los miro entre la vaga bruma del gas y el humo.
Y mirando estos hombres sé que la vida es triste.
przekład Mikołaja Bieszczadowskiego pt. „Gracze” w temacie
Gry: towarzyskie, sportowe, hazardowe i inne
Canción de los amantes muertos
Ella era bella y era buena.
Perdónala, Señor!
Él era dulce y era triste.
Perdónalo, Señor!
Se dormía en sus brazos blancos
como una abeja en una flor.
Perdónalo, Señor!
Amaba las dulces canciones,
Ella era una dulce canción!
Perdónala, Señor!
Cuando hablaba era como si alguien
Hubiera llorado en su voz.
Perdónalo, Señor!
Ella decía : -"Tengo miedo".
"oigo una voz en lo lejano".
Perdónala, Señor!
El decía :-"Tu pequeñita
mano en mis labios".
Perdónalo, Señor!
Miraban juntos las estrellas.
No hablaban de amor.
Cuando moría una mariposa
Lloraban los dos.
Perdónalos, Señor!
Ella era bella y era buena.
Él era dulce y era triste.
Murieron del mismo dolor.
Perdónalos,
Perdónalos!
Perdónalos, Señor!
przekład Jana Zycha pt. „Piosenka o zmarłych kochankach” w tematach:
Zaśpiewam ci pieśń i Modlitwa
Z tomu „Veinte poemas de amor y una canción desperada”, 1924
Poema 1
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
przekład Jana Zycha pt. „***[Ciało kobiece, o białe wzgórza,
uda białe...]” w temacie Ciało mojego ciała
Poema 15
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
przekład Jana Zycha pt. „***[Lubię cię, kiedy milczysz,
bo jesteś jak nieobecna...]” w temacie Milczenie
Poema 18
Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.
Se descine la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma esta húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.
przekład Jana Zycha pt. „***[Tu cię kocham...]'
w temacie Miłość
Poema 20
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.
przekład Jana Zycha pt. „***[Mogę pisać wiersze najsmutniejsze tej nocy ...]”
w tematach: Nobliści i Smutek, melancholia, nostalgia
Z tomu „Residencia en la tierra, I”, 1933
Arte poética
Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas,
dotado de corazón singular y sueños funestos,
precipitadamente pálido, marchito en la frente
y con luto de viudo furioso por cada día de vida,
ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente
y de todo sonido que acojo temblando,
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco ronca,
como un espejo viejo, como un olor de casa sola
en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores
-posiblemente de otro modo aún menos melancólico-,
pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,
las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio
me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.
przekład Jana Zycha pt. „Ars poetica” w tematach:
Nobliści i Być poetą...
Tango del viudo
Oh Maligna, ya habrás hallado la carta, ya habrás llorado de furia,
y habrás insultado el recuerdo de mi madre
llamándola perra podrida y madre de perros,
ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer
mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre
y ya no podrás recordar mis enfermedades, mis sueńos nocturnos, mis comidas,
sin maldecirme en voz alta como si estuviera allí aún
quejándome del trópico de los coolíes corringhis,
de las venenosas fiebres que me hicieron tanto dańo
y de los espantosos ingleses que odio todavía.
Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola!
He llegado otra vez a los dormitorios solitarios,
a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez
tiro al suelo los pantalones y las camisas,
no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las paredes.
Cuánta sombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte,
y qué amenazadores me parecen los nombres de los meses,
y la palabra invierno qué sonido de tambor lúgubre tiene.
Enterrado junto al cocotero hallarás más tarde
el cuchillo que escondí allí por temor de que me mataras,
y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocina
acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie:
bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces,
de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu nombre,
y la espesa tierra no comprende tu nombre
hecho de impenetrables substancias divinas.
Así como me aflige pensar en el claro día de tus piernas
recostadas como detenidas y duras aguas solares,
y la golondrina que durmiendo y volando vive en tus ojos,
y el perro de furia que asilas en el corazón,
así también veo las muertes que están entre nosotros desde ahora,
y respiro en el aire la ceniza y lo destruido,
el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.
Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración
oída en largas noches sin mezcla de olvido,
uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo.
Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa,
como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada,
cuántas veces entregaría este coro de sombras que poseo,
y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma,
y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente
llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos,
substancias extrańamente inseparables y perdidas.
przekład Zofii Szleyen pt. „Wdowie tango”
w temacie Blaski i cienie małżeństwa
Z tomu „Canto general”, 1950
Testamento (II)
Dejo mis viejos libros, recogidos
en rincones del mundo, venerados
en su tipografía majestuosa,
a los nuevos poetas de América,
a los que un día
hilarán en el ronco telar interrumpido
las significaciones de mañana.
Ellos habrán nacido cuando el agreste puño
de leñadores muertos y mineros
haya dado una vida innumerable
para limpiar la catedral torcida,
el grano desquiciado, el filamento
que enredó nuestras ávidas llanuras.
Toquen ellos infierno, este pasado
que aplastó los diamantes, y defiendan
los mundos cereales de su canto,
lo que nació en el árbol del martirio.
Sobre los huesos de caciques, lejos
de nuestra herencia traicionada, en pleno
aire de pueblos que caminan solos,
ellos van a poblar el estatuto
de un largo sufrimiento victorioso.
Que amen como yo amé mi Manrique, mi Góngora,
mi Garcilaso, mi Quevedo:
fueron
titánicos guardianes, armaduras
de platino y nevada transparencia,
que me enseñaron el rigor, y busquen
en mi Lautréamont viejos lamentos
entre pestilenciales agonías.
Que en Maiakovsky vean cómo ascendió la estrella
y cómo de sus rayos nacieron las espigas.
przekład Jana Zycha pt. „Testament (II) w tematach:
Testament w poezji i Moja biblioteka
Z tomu „Los versos del capitán”, 1950
La pobreza
Ay no quieres,
te asusta
la pobreza,
no quieres
ir con zapatos rotos al mercado
y volver con el viejo vestido.
Amor, no amamos,
como quieren los ricos,
la miseria. Nosotros
la extirparemos como diente maligno
que hasta ahora ha mordido el corazón del hombre.
Pero no quiero
que la temas.
Si llega por mi culpa a tu morada,
si la pobreza expulsa
tus zapatos dorados,
que no expulse tu risa que es el pan de mi vida.
Si no puedes pagar el alquiler
sal al trabajo con paso orgulloso,
y piensa, amor, que yo te estoy mirando
y somos juntos la mayor riqueza
que jamás se reunió sobre la tierra.
przekład Jana Zycha pt. „Bieda” w temacie
Między bogactwem a ubóstwem
Z tomu „Odas elementales”, 1954
Oda a la cebolla
Cebolla
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.
Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.
También recordaré cómo fecunda
tu influencia el amor de la ensalada
y parece que el cielo contribuye
dándote fina forma de granizo
a celebrar tu claridad picada
sobre los hemisferios de un tomate.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
Yo cuanto existe celebré, cebolla,
pero para mí eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras,
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada
y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.
przekład Jana Zycha pt. „Oda do cebuli”
w temacie Potrawy i napoje...
Z tomu „Nuevas odas elemntales”, 1956
Oda a la bella desnuda
Con casto corazón, con ojos
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes a mi oda
como en tierra de bosques o de espuma,
en aroma terrestre
o en música marina.
Bella desnuda,
igual
tus pies arqueados
por un antiguo golpe
de viento o del sonido
que tus orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida.
Iguales son
volando
tus párpados de trigo
que descubren
o cierran
dos países profundos en tus ojos.
La línea que tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana,
y sigue separando tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y de la tierra.
Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?
No sólo es luz que cae
sobre el mundo
lo que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.
Debajo de tu piel vive la luna.
przekład Jana Zycha pt. „Oda do pięknej nagiej”
w temacie Nagość
Z tomu „Tercer libro de las odas
Oda al nacimiento de un ciervo
Se recostó la cierva
detrás
de la alambrada.
Sus ojos eran
dos oscuras almendras.
El gran ciervo velaba
y a mediodía
su corona de cuernos
brillaba
como un altar encendido.
Sangre y agua,
una bolsa turgente,
palpitante,
y en ella
un nuevo ciervo
inerme, informe.
Allí quedó en sus turbias
envolturas
sobre el pasto manchado.
La cierva lo lamía
con su lengua de plata.
No podía moverse,
pero
de aquel confuso,
vaporoso envoltorio,
sucio, mojado, inerte,
fue asomando
la forma,
el hociquillo agudo
de la real
estirpe,
los ojos más ovales
de la tierra,
las finas
piernas,
flechas
naturales del bosque.
Lo lamía la cierva
sin cesar, lo limpiaba
de oscuridad, y limpio,
lo entregaba a la vida.
Así se levantó,
frágil, pero perfecto,
y comenzó a moverse,
a dirigirse, a ser,
a descubrir las aguas en el monte,
miró el mundo radiante.
El cielo sobre
su pequeña cabeza
era como una uva
transparente,
y se pegó a las ubres de la cierva
estremeciéndose como si recibiera
sacudidas de luz del firmamento.
przekład Jana Zycha pt. „Oda na urodziny
jelonka” w temacie Oda
Z tomu „Cien sonetos de amor”, 1959
Soneto XVII
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
przekład Jana Zycha „Sonet XVII [Nie kocham cię tak...]”
w temacie Sonet
Soneto XXVII
Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
tienes líneas de luna, caminos de manzana,
desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo
como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.
przekład Jana Zycha „Sonet XXVII [Naga jesteś tak zwykła...]”
w temacie Nagość
Soneto LXXXIV
Una vez más, amor, la red del día extingue
trabajos, ruedas, fuegos, estertores, adioses,
y a la noche entregamos el trigo vacilante
que el mediodía obtuvo de la luz y la tierra.
Sólo la luna en medio de su página pura
sostiene las columnas del estuario del cielo,
la habitación adopta la lentitud del oro
y van y van tus manos preparando la noche.
Oh amor, oh noche, oh cúpula cerrada por un río
de impenetrables aguas en la sombra del cielo
que destaca y sumerge sus uvas tempestuosas,
hasta que sólo somos un solo espacio oscuro,
una copa en que cae la ceniza celeste,
una gota en el pulso de un lento y largo río.
przekład Jana Zycha „Sonet LXXXIV [I znowu,
kochana...]” w temacie Sonet
Z tomu „Plenos poderes”, 1962
El desnudo
Esta raya es el Sur que corre,
este círculo es Oeste,
las madejas las hizo el viento
con sus capítulos más claros
y es recto el mediodía como
un mástil que sostiene el cielo
mientras vuelan las líneas puras
de silemcio en silencio hasta ser
las aveas delgadas del aire,
las direcciones de la dicha.
przekład Jana Zycha pt. „Nagość”
w temacie Nagość
Para lavar a un niño
Sólo el amor más viejo de la tierra
lava y peina la estatua de los niños,
endereza las piernas, las rodillas,
sube el agua, resbalan los jabones,
y el cuerpo puro sale a respirar
el aire de la flor y de la madre.
Oh vigilancia clara!
Oh dulce alevosía!
Oh tierna guerra!
Ya el pelo era tortuoso
pelaje entrecruzado por carbones,
por aserrín y aceite,
por hollines, alambres y cangrejos,
hasta que la paciencia
del amor
estableció los cubos, las esponjas,
los peines, las toallas,
y de fregar y de peinar y de ámbar,
de antigua parsimonia y de jazmines
quedó más nuevo el niño todavía
y corrió de las manos de la madre
a montarse de nuevo en su ciclón,
a buscar lodo, aceite, orines, tinta,
a herirse y revolcarse entre las piedras.
Y así recién lavado salta el niño a vivir
porque más tarde sólo tendrá tiempo
para andar limpio, pero ya sin vida
przekład Jana Zycha pt. „Na mycie dziecka”
w temacie Dziecko jest chodzącym cudem...
Z tomu „Memorial de Isla Negra
El padre
El padre brusco vuelve
de sus trenes:
reconocimos
en la noche
el pito
de la locomotora
perforando la lluvia
con un aullido errante,
un lamento nocturno,
y luego
la puerta que temblaba:
el viento en una ráfaga
entraba con mi padre
y entre las dos pisadas y presiones
la casa se sacudía,
las puertas asustadas
se golpeaban con seco
disparo de pistolas,
las escalas gemían
y una alta voz
recriminaba, hostil,
mientras la tempestuosa
sombra , la lluvia como catarata
despeñada en los techos
ahogaba poco a poco
el mundo
y no se oía nada más que el viento
peleando con la lluvia.
Sin embargo, era diurno.
Capitán de su tren, del alba fría,
y apenas despuntaba
el vago sol, allí estaba su barba,
sus banderas
verdes y rojas, listos los faroles
el carbón de la máquina en su infierno,
la Estación con los trenes en la bruma
y su deber hacia la geografía.
el ferroviario es marinero en tierra
y en los pequeños puertos sin marina
-pueblos del bosque-el tren corre que corre
desenfrenando la naturaleza,
cumpliendo su navegación terrestre.
Cuando descansa el largo tren
se juntan los amigos,
entran, se abren las puertas de mi infancia,
la mesa se sacude,
al golpe de una mano ferroviaria
chocan los gruesos vasos del hermano
y destella
el fulgor
de los ojos del vino.
Mi pobre padre duro
allí estaba, en el eje de la vida,
la viril amistad, la copa llena.
su vida fue una rápida milicia
y entre su madrugar y sus caminos,
entre llegar para salir corriendo,
un día con más lluvia que otros días
el conductor José del Carmen Reyes
subió al tren de la muerte y hasta ahora
no ha vuelto.
przekład Jana Zycha pt. „Ojciec”
w temacie Motyw ojca
Z tomu „El mar y las campanas”, 1973
* * *
Esta campana rota
quiere sin embargo cantar:
el metal ahora es verde,
color de selva tiene la campana,
color de agua de estanques en el bosque,
color del día en las hojas.
El bronce roto y verde,
la campana de bruces
y dormida
fue enredada por las enredaderas,
y del color oro duro del bronce
pasó a color de rana:
fueron las manos del agua,
la humedad de la costa,
que dio verdura al metal,
ternura a la campana.
Esta campana rota
arrastrada en el brusco matorral
de mi jardín salvaje,
campana verde, herida,
hunde sus cicatrices en la hierba:
no llama a nadie más, no se congrega
junto a su copa verde
más que una mariposa que palpita
sobre el metal caído y vuela huyendo
con alas amarillas.
przekład Jana Zycha pt. „***[Ten pęknięty dzwon...]”
w temacie Motyw dzwonu w poezji
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